- Prólogo.

- Un resonar de cadenas se oyen entre el vaibén de las luces. Un intenso olor y un fuerte dolor de cabeza son incesantes. Solo sombras, nauseas y unos movimientos sin sentido estan claros para los afligidos.

Gotas...gotas cayendo, una tras otra, un repicar de gotas que rozan lo delirante es lo mas claro y nitido que consiguen recordar. Un color predomina siempre, un color rosado de alta intensidad, un color que no saben en cuanto tiempo pero han aborrecido sin rremedio alguno.

El tiempo pasa, o tal vez no. El sol no sale, la luz es tenue, solo se desea el fin...pero ¿el fin de que ?.

La oscuridad ya llega, todo a parado ya, solo queda...(un zumbido irrumpe en sus cabezas)...solo quieren...(el zumbido se hace mas fuerte). La luz vuelve, luz de luna, luna de verdad. Un nuevo despertar, sin sombras, sin nauseas, sin luz rosada, sin gotas. Miran a su alrrededor, gente unos cuatro o cinco, todos sucios arapientos, no parecen buena gente, sera mejor que salgan corriendo en cuanto puedan...¿correr?, ¿deberia correr?. (Mirando las caras de los demas) parece que todos descongian de mi...y...entre ellos tambien, ¿porque desconfian de mi si yo...yo...un gran vacio irrumpe violentamente en sus cabezas ¿quien coj|@#s soy yo !?.

Desconcierto, nervios, gritos, desconfianda. Pero todo cesa, un cuerno resopla no muy lejos, un dardo atraviesa la escena, la selva los rodea, lo noche a caido y son el objetivo. Ahora si, corre, da igual en que direccion o con quien, empieza Tierras de Sangre